8/8/08

Por una piscina más agradable

No es este un asunto grave ni mucho menos, pero sí incómodo para bastante gente. Tenemos una piscina que funciona bastante bien (podría ser mucho mejor, pero también podríamos estar sin ella, como otras muchas cosas), pero hay ciertos detalles que hacen que no siempre resulte agradable ir y que tienen un origen común: la falta de educación y respeto de algunos niños debido casi siempre a la impresentable despreocupación de sus padres. Además de su mal comportamiento en las instalaciones (que puede resumirse en el incumplimiento sistemático de las normas de la piscina), principalmente quiero denunciar a los niños que se pasan la tarde debajo de las duchas de los vestuarios agotando el agua caliente, con lo que casi nunca puede uno ducharse a gusto.

Es necesario que los padres estén más atentos a los niños porque los acabamos aguantando los demás. Tienen que enseñarles a respetar las normas (léanlas con ellos para asegurarse de que las conocen), a disfrutar de la piscina sin molestar a los demás (sin hacer el burro) y a cuidar las instalaciones.